Crónica del concierto del pasado sábado 14 de Mayo en Uviéu/Oviedo. Gracias a Alejandro-Xandru por compartirla con todos nosotros.
8 de la tarde. Una hora de más respecto a la que estaba establecida para el inicio. Sin embargo, viendo lo que tuvo lugar después, valió la pena la espera.
Los primeros en salir a escena fueron los gijoneses Sambre. Una buena banda que mezcla entre sus miembros juventud y veteranía (Hugo, el cantante, por ejemplo, fue miembro de los desaparecidos Oi n´ast!) y que tienen la oportunidad de dar un soplo de aire fresco en la escena folk rock asturiana, hasta ahora con Skontra prácticamente como único referente. Repasaron los temas de su único disco en estudio, “Na solombra”, y cumplieron a la perfección su función, poniendo a la gente a bailar y cantar los estribillos prácticamente desde el primer tema. Desgraciadamente, el retraso y esa ley “pepera” que está destrozando los conciertos en la capital asturiana, redujeron el tiempo de Sambre a poco más de media hora.
Tras las pertinentes despedidas de los locales, y la preparación de los instrumentos de Pipes and Pints, empezó el show de los checos. Tras calentar con la intro que da inicio a su CD “Until we die”, comenzó un torrente de caña, fiesta y cachondeo entre banda y público, al ritmo tanto de sus temas de estudio como de canciones nuevas, que no por desconocidas, dejaron de ser celebradas por el público. Estos chicos despiden carisma a raudales, creando un ambiente de diversión en todo el local de “La antigua estación”: miembros de Pipes and Pints volando desde el escenario; gente del publico al micro cantando los temas del grupo; altavoces cayendo sobre el bajista (a lo que este respondió únicamente con un paso atrás para seguir tocando), o un improvisado “wall of death” al más puro estilo hardcore, que incluso tuvo al cantante de por medio. Tras poner punto y final a cerca de una hora de puro punk-folk con su “Where´s my America?”, no faltaron personas que se acercaron al escenario para felicitar y dar las gracias a la banda por haber vuelto (recordar que en St.Patrick de hace un año habían hecho su debut en tierras asturianas) a ofrecernos un concierto como este.
Y llegaba el, para algunos (aunque yo ya me daba por satisfecho tras haber presenciado la exhibición), plato fuerte de la noche: los americanos Born to Lose. A estos los disfruté desde la distancia, pero se puede decir que se marcharon de Oviedo convenciendo con un concierto con temas cañeros y contundentes. Tal vez el hecho de que no sea su mayor fan o que había utilizado casi todas mis fuerzas con anterioridad, hicieron que los americanos pasasen sin más, con un buen espectáculo, pero sin llamar toda mi atención.
Creo que se merece un notable, las dosis de buen ambiente, la implicación de los grupos y las ganas que puso la gente hacen que a uno nunca se le quiten las ganas de vivir música en directo como la que tuvimos la oportunidad de vivir el sábado en la capital asturiana.
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8 de la tarde. Una hora de más respecto a la que estaba establecida para el inicio. Sin embargo, viendo lo que tuvo lugar después, valió la pena la espera.
Los primeros en salir a escena fueron los gijoneses Sambre. Una buena banda que mezcla entre sus miembros juventud y veteranía (Hugo, el cantante, por ejemplo, fue miembro de los desaparecidos Oi n´ast!) y que tienen la oportunidad de dar un soplo de aire fresco en la escena folk rock asturiana, hasta ahora con Skontra prácticamente como único referente. Repasaron los temas de su único disco en estudio, “Na solombra”, y cumplieron a la perfección su función, poniendo a la gente a bailar y cantar los estribillos prácticamente desde el primer tema. Desgraciadamente, el retraso y esa ley “pepera” que está destrozando los conciertos en la capital asturiana, redujeron el tiempo de Sambre a poco más de media hora.
Tras las pertinentes despedidas de los locales, y la preparación de los instrumentos de Pipes and Pints, empezó el show de los checos. Tras calentar con la intro que da inicio a su CD “Until we die”, comenzó un torrente de caña, fiesta y cachondeo entre banda y público, al ritmo tanto de sus temas de estudio como de canciones nuevas, que no por desconocidas, dejaron de ser celebradas por el público. Estos chicos despiden carisma a raudales, creando un ambiente de diversión en todo el local de “La antigua estación”: miembros de Pipes and Pints volando desde el escenario; gente del publico al micro cantando los temas del grupo; altavoces cayendo sobre el bajista (a lo que este respondió únicamente con un paso atrás para seguir tocando), o un improvisado “wall of death” al más puro estilo hardcore, que incluso tuvo al cantante de por medio. Tras poner punto y final a cerca de una hora de puro punk-folk con su “Where´s my America?”, no faltaron personas que se acercaron al escenario para felicitar y dar las gracias a la banda por haber vuelto (recordar que en St.Patrick de hace un año habían hecho su debut en tierras asturianas) a ofrecernos un concierto como este.
Y llegaba el, para algunos (aunque yo ya me daba por satisfecho tras haber presenciado la exhibición), plato fuerte de la noche: los americanos Born to Lose. A estos los disfruté desde la distancia, pero se puede decir que se marcharon de Oviedo convenciendo con un concierto con temas cañeros y contundentes. Tal vez el hecho de que no sea su mayor fan o que había utilizado casi todas mis fuerzas con anterioridad, hicieron que los americanos pasasen sin más, con un buen espectáculo, pero sin llamar toda mi atención.
Creo que se merece un notable, las dosis de buen ambiente, la implicación de los grupos y las ganas que puso la gente hacen que a uno nunca se le quiten las ganas de vivir música en directo como la que tuvimos la oportunidad de vivir el sábado en la capital asturiana.
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1 comentarios:
Que suerte tuviste.Yo me fui a Arrasate-Mondragon el dia 15,estabamos 4 y el Tato,y la gente muy apatica (resacosa,etc,lo que sea).Aun así los Pipes and Pints hicieron de los mejores show que he visto en tiempo,estos van a ser grandes,perdon,lo son ya.
Born to lose vi poco,porque sinceramente el ambiente era bastante triste,no por la banda en si,ademas fui para ver a los checos.
Salut.
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