La toma de contacto de los Fatty Farmers con las tierras vascas tuvo lugar el pasado viernes 24 de Agosto dentro de las fiestas de Llodio/Laudio. Las condiciones no eran las ideales: la hora, temprana y la competencia, mayor de la deseada (Viernes Grande en fiestas de Bilbao y escenario algo alejado del recinto festivo de las txosnas.
El concierto empezó sin apenas retraso. La asistencia era bastante heterogénea, ya que había gente de distintas edades. A pesar de ello y del cansancio por tener que venir desde Toledo, los Fatty Farmers no se amilanaron y dieron un concierto como si la plaza estuviese petada de enfervorecidos fans.
Los de Toledo demostraron tanto profesionalidad como actitud. No sólo tienen un show muy trabajado, sino que probablemente sea la banda que más transmite en escena a nivel estatal. Son ocho personas en escena y todas ellas están comprometidas tanto con tocar como con demostrar que lo están pasando bien y contagiar. Desde Rodri, un auténtico líder sobre el escenario, pasando por Diego y Lamber que no pararon de moverse, cambiar de posición e incluso bajar y moverse entre el público, o los dos Javis al violín y whistles y gaita, otros frontmen nada estáticos.
El setlist contó obviamente con el material propio de la banda, temas ya conocidos para el aficionado al género y algunos ya incluso clásicos: “Down in the Streets”, "School Shooter”, “Man of Glendalough”, “Homeless”, “Island” o “Tomorrow”. Aparte de las canciones propias, versiones ya habituales en el repertorio de la banda como el ”Johhny Techno Ska”. Un tema en el que la banda hace participar al público y disfrutar de lo lindo.
Para redondear el repertorio, la banda tocó canciones de otros grupos europeos de actualidad y muy en la línea de lo que hacen los toledanos: el “Song of the Leprechaun” de los húngaros Paddy and the Rats y el “Hairy Grizzly” de los eslovenos Happy Ol’ McWeasel. Y, como no, si los Fattty Farmers han sido comparados con los californianos Flogging Molly, un arsenal de temas de la banda liderada por Dave King: “Devil’s Dance Floor”, “Tobacco Island”, “Drunken Lullabies”, “Whistles the Wind”, Swagger” o “Rebels of the Sacred Heart”.
La gente que se acercó a la Herriko Plaza de Laudio lo pasó en grande y más de uno se compró el CD o la camiseta del grupo. Los que estuvieron presentes, se divirtieron como enanos. Y, los que no asistieron, se perdieron dos conciertos en uno:1) el de una banda toledana de rock celta en estado de gracia y 2) el sustituto perfecto de la banda estandarte del género y que hace tiempo que no viene por Euskadi (Flogging Molly)